Estoy convencido de esto:
el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
Filipenses 1:6
Este verso nos revela grandes verdades:
1. Cuando dejas que Dios comience una obra contigo, dejas de forjarte por ti solo tu destino, hay un maestro supremo que metió las manos en tu caso, y seguramente sabe lo que hace.
2. Dios perfecciona lo que comienza, trabaja en tu vida en un perfeccionamiento constante con fecha límite: El día de Cristo. Así que no somos perfectos hoy, pero sin duda somos mejor que ayer.
El punto es, dejar al maestro hacer su obra, sé dócil al Señor, escúchale y obedécele, los resultados no se harán esperar.
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