Este es el espacio donde una Becky deja fluir las ideas, recoge memorias especiales y guarda las lecciones que le da la vida, en medio de la escuela de la cotidianidad.

martes, 8 de febrero de 2011


¡¡Awake, Becky!! ¡¡Awake!!

Parece que desde que era niña, en cualquier lugar donde me encuentre y grupo con el que me relacione, nadie me ha podido quitar el primer lugar en algo: la más despistada del universo, al menos del mío, definitivamente sigo siendo yo.

Se me olvidan los nombres de las personas, es más, se me olvidan las personas, afortunadamente mis hijos no se me han olvidado, digo al revés las palabras, he perdido y encontrado mis llaves en los lugares más insólitos del planeta, he salido a la calle con la ropa al revés, con una calceta distinta en cada pie, he pagado dos veces una cuenta, me he ido sin pagar, (prefiero la segunda claro) pero todo se debe a mis interminables despistes, que hasta hace algunos pocos años me auto-recriminaba mucho, y me hacían a menudo enfadarme conmigo misma.  

Afortunadamente, gracias a amigos especiales, que en vez de ignorar mi problema se propusieron ayudarme, descubrí que lo que tengo es un serio problema de TDA, o  Transtorno por Déficit de Atención, del que no tengo la culpa y que no me hace una persona tonta, solo... especial? si eso me gusta: especial. Me consolé sabiendo que genios como Leonardo D' Vinci fueron TDA, (o ADD siglas en inglés), que usualmente los TDA tienen una creatividad por sobre lo común,  y que hay formas para tratarlo, incluyendo medicamentos, aunque yo no los tomo.

La vida para un TDA suele a veces ser muy peligrosa. Yo he estado a punto de desbarrancarme en el carro,  de atropellar a varias personas, hasta ahora solo he atropellado a un motorista que afortunadamente, salió ileso y es más, no me demandó. He forzado un carro con mis llaves por mucho tiempo hasta darme cuenta (antes de que la policía me detuviera por intento de robo), que no podía abrirlo porque simplemente no era el mío. Está bien no contaré nada más porque luego mis amigos no querrán ni pasar cerca de mí para no arriesgar su vida, pero lo cierto es que hasta ahora, no he sufrido por mis despistes alguna tragedia de la cual lamentarme y eso solo puede deberse a algo: alguien superior me cuida.

Fue una amiga hace muchos años quien se percató de ésto: "Becky- me dijo - cómo es que siempre sales intacta de tantos líos en que te metes?, Dios debe tener todo un escuadrón de ángeles cuidándote a tí" Definitivamente me puso en que pensar, y haciendo un breve repaso por muchas circunstancias en las que salí airosa, pude notar que tenía que haber una mano invisible moviendo piezas a mi favor, que yo antes ni siquiera noté. Desde entonces cada vez que el día termina, y me encuentro a salvo en casa, puedo abrazar a mis hijos y verlos durmiendo en paz en sus habitaciones, me siento agradecida, Dios me ha ayudado tanto, un día más.

No soy amiga de las imprudencias, ni me despreocupo con respecto a mi problema por el hecho de que Dios me cuide, todo lo contrario,  le he declarado una guerra permanente a mis despistes, y como me ha dicho mi papá me digo a mi misma con frecuencia "¡¡Awake Becky!! ¡¡Awake!!" pero debo reconocer, que sola no podría, ahora ya mis hijos Pablo y Amy de 11 y 8 años me ayuda mucho: "Mami... mira mira, puse las llaves en la guantera, viste mami?? en la guantera" me dice Pablo, porque sabe que me puedo pasar media hora buscándolas antes de poder entrar a casa. Y mi querida Amy que cuando sale conmigo siempre está: "Sacaste las llaves del carro mami? Te dieron tu vuelto?" Lucho para que cada día sea menos, y he tenido grandes logros, pero mientras tanto Dios acerca sus maravillosos cuidados a través de sus ángeles en situaciones sobrenaturales, y a través de mis hijos en pequeñas cosas en las que ellos están mucho más despiertos que yo.

Dios es bueno... demasiado bueno... no me cansaré de repetirlo.  Oh Dios!! son casi las 11:00 "¡Awake Becky! ¡Awake! " debo salir ahora! El escuadrón de ángeles entrará en acción! 



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