Este es el espacio donde una Becky deja fluir las ideas, recoge memorias especiales y guarda las lecciones que le da la vida, en medio de la escuela de la cotidianidad.

martes, 10 de mayo de 2011


Primeriza

Una hora antes de dar a luz a mi primer hijo Pablo David, juré que me iba a morir, que no iba a soportar, que no quería volver a tener un hijo, me enfurecí con mi esposo por la injusticia de que a él no le estaba costando nada tener su primer hijo, grité, lloré, me asusté y deseé estar en cualquier parte del mundo menos en ese traumatizante hospital. La enfermera que me cuidaba me acariciaba la espalda y me decía serena: "No diga esas cosas, si va a poder... cuando tenga a su bebito en sus brazos se le va a olvidar este dolor y seguramente va a querer tener más hijos". Sucedió exactamente así, no era una enfermera profeta, solamente la voz de la experiencia.  He tenido 3 maravillosos hijos, y si Dios y la vida me ofrecieran el regalo de tener otro, lo haría de mil amores.

A las 7:21 A.M. del 11 de mayo de 1,999, mi primogénito Pablo David nació midiendo 52 cm. y pesando 6.4 Lbs. La fragilidad mas poderosa estaba entre mis brazos y a ésta primeriza señores y señoras, le brilló la vida para siempre!

Felicidades a todas las madres, les dedico este pequeño poema de mi colección de Poesías Aspirantes.

Bendiciones!!


PRIMERIZA

Y entonces la ternura fue tan fácil
solo después de sostenerte entre mis brazos
indefenso... pero despreocupado
fragilidad inocente que se adueñaba de mí

Abriste los ojos y con tu mirada
la colosal y sublime experiencia 
de presenciar encarnada e intacta
la genuina y absoluta pureza.

Y pensar que jamás antes el fragor de un llanto 
me hubiera parecido mas que dulce melodía
pero llorabas, y  yo te oía
con emociones insospechadas vibrando

1,2,3,4,5 perfectos... 
exploradores aun tímidos de su nuevo mundo
prometedores generosos de tersura,
de garabatos de colores y barquitos de papel.

Y en mi primera aventura a tu lado
mientras confiado tu, exteriores descubrías
descubría yo paisajes interiores
que nunca imaginé que en mí existían.

Del dolor más fuerte a la alegría extrema
en un segundo de esos que cambian la vida
postergando temores, escogiendo ilusiones
embebida contigo en sensaciones tan nuevas

mi voz ni aún en mis mejores cantos
causó armonía tal como cuando me oíste 
y entonces mi pequeño, la ternura fue tan fácil 
justo después de sostenerte entre mis brazos.

Becky Son
Evocando el minuto 21 después de las 7:00 horas de la mañana del 11 de mayo de 1999. 


0 comentarios:

Publicar un comentario